Y una noche, sentada
en mi cama, en medio de un ataque de llanto, mi Dios, Señor y Creador, hizo
para mi un milagro de amor, un enorme milagro que cambio mi vida para siempre.
Y he aquí, el milagro
Seguía sentada en mi
cama, inundada en un mar de lágrimas, después de una espantosa discusión con mi
compañero sentimental. Pasada la media noche. Me recosté sobre la almohada,
pegada a la pared.
Trataba de dormir,
cuando de repente lo vi, el rostro de Dios, iluminado con la luz de la luna, dentro
de una nube blanca, sobre las montañas.
Creí que estaba
dormida, abrí mis ojos, me di cuenta de que seguía despierta, pero la imagen
aun estaba ahí. Entonces volví a cerrar mis ojos, quería disfrutar de la
maravillosa visión.
Esa noche, Dios me
hablo, con una voz tan tenue que solo podía ser escuchada por mi corazón. Mi
adorado padre celestial, me dio la lección mas importante de mi vida y desde aquella
noche, gracias a Dios, yo soy otra persona.
Dios de dijo; mira
dentro de tu corazón y busca la razón para tu infelicidad. Busca esa razón por
la cual tu no te hallas en ninguna parte y culpas a todos los demás de tus
desgracias. Busca dentro de tu corazón
y encontraras mi amor, y cuando lo encuentres, lo valores, lo respetes y lo aceptes, yo te diré
que hacer.
Ten en cuenta que yo
estoy ahí, dentro de tu corazón, desde el día en el que te traje a este mundo,
que siempre estuve y estaré allí hasta el día en el que ambos, tu y yo, partamos de
regreso al cielo.
Búscame con todas las
fuerzas de tu ser, cree y confía en mí, porque tu fe te hará saber el camino
que vas a seguir de hoy en adelante.
Y nunca olvides,
nunca estarás sola, aunque la humanidad te abandone.
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