Gracias te doy señor por la bendición del trabajo. Hoy recibo mi primer pago. Lo primero que haré es buscar un lugar seguro para dormir, llamar a mi madre para decirle que estoy bien y enviarles el dinero que me quede a mis hijos. Gracias mi Dios del cielo por permitirme pasar por todas estas pruebas y resistir el dolor que siente mi corazón por no tener conmigo a mis seres amados.
Gracias te doy señor por el techo seguro. Te amo.
Hola madrecita hermosa, como están todos?
Hola hija, que alegría, no sabes lo preocupada que estaba sin saber nada de ti.
Estoy bien mami, no llores, no te preocupes. Como están los niños?
Ellos están bien, tristes sin escucharte pero bien, ya se fueron a dormir.
Diles que llamé mamita linda, que los amo mucho, que ya estoy trabajando y que pronto nos veremos.
Bueno hija, cuídate mucho, no te preocupes por nada, yo cuido bien de mis nietos y ellos cuidan de mi. Dios te bendiga.
A ti también mami, besos y abrazos.
Gracias por presentarse a su cita, eso habla bien de usted.
De nada señor Cónsul, gracias a usted por recibirme.
He revisado muy bien su caso y he decidido permitir que usted se quede a vivir y a trabajar en este país. Deberá presentarse ante mi cada mes sin falta, lo que significa que no podrá cambiar de estado durante un año.
Oh señor Cónsul, no sabe la alegría que me dan sus palabras, Dios lo bendiga, gracias por la oportunidad.
En dos meses puede venir a reclamar oficialmente su permiso de trabajo y la autorización escrita para caminar libremente por las calles de mi país.
Haré todo como usted diga doctor, no defraudaré su confianza en mi ni la valiosa oportunidad que acaba de darme a mi y a toda mi familia. Gracias de nuevo, que tenga un lindo día.
Gracias por presentarse a su cita, eso habla bien de usted.
De nada señor Cónsul, gracias a usted por recibirme.
He revisado muy bien su caso y he decidido permitir que usted se quede a vivir y a trabajar en este país. Deberá presentarse ante mi cada mes sin falta, lo que significa que no podrá cambiar de estado durante un año.
Oh señor Cónsul, no sabe la alegría que me dan sus palabras, Dios lo bendiga, gracias por la oportunidad.
En dos meses puede venir a reclamar oficialmente su permiso de trabajo y la autorización escrita para caminar libremente por las calles de mi país.
Haré todo como usted diga doctor, no defraudaré su confianza en mi ni la valiosa oportunidad que acaba de darme a mi y a toda mi familia. Gracias de nuevo, que tenga un lindo día.
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