HOJA No. 23


No te preocupes hija mía, estoy aquí, junto a ti, para protegerte. No pierdas tu fe en mi, yo siempre cuidaré de ti.



A donde vamos?

No preguntes, tengo una sorpresa para ti. La quieres?

Siiiii.



Podrias acompañarme primero a enviarle la plata a mi familia?

Claro, estamos de paso.


En donde estamos? y para que traes una maleta.

Este querida Yan es tu nuevo hogar, y en esta maleta están todas tus pertenencias y prendas de vestir que me tome el atrevimiento de comprar para ti.

Como? NO, no puedo aceptar tu ofrecimiento, ni siquiera te conozco. Muchas gracias pero no tienen que hacerlo.

Quiero que tengas un techo seguro, pero no te confundas, no voy a vivir contigo, esta es una propiedad que mis padres me dieron hace mucho tiempo, la tenia arrendada, la acaban de desocupar y pensé en ti para habitarla.

Pero no puedo pagar por ahora, lo poco que gano apenas si me alcanza para los gastos de mi familia.

No tienes que pagar renta, solo cuidarla, sembrar flores, mantener la propiedad. Yo tengo que pagarle a un trabajador para que haga eso, entonces puedes vivir en ella y retribuirme de esa manera. Que opinas?

Es que me da pena contigo, ni siquiera me conoces y haces tanto por mi.

No te preocupes, lo hago con mucho gusto y sin ninguna mala intensión. Solo quiero ayudarte, le ayudo a muchas personas que como tu no tienen a donde ir.

Ok. Siendo así, mil gracias, Dios te bendiga, no tengo palabras para agradecerte suficientemente lo que haces por mi.

Ya no llores, mejor entra, conoce tu casa. Yo debo volver al trabajo, mañana paso por ti para enseñarte como llegar de tu trabajo hasta aquí, pasan buses muy cerca.

Esta bien, muchísimas gracias de nuevo, Dios te bendiga siempre, eres como un ángel para mi. Hasta mañana.

Paso temprano, acomódate. Espero que te guste. Aquí están las llaves.

Ya me encanta sin verla.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

SEND YOUR COMMENTS