HOJA No. 24


Oh mi amado Dios del Cielo, gracias por permitirme abrir las puertas de mi nuevo hogar. Te amo, gracias por este nuevo milagro en mi vida.



Gracias por el techo seguro sobre mi cabeza, por el piso que sostiene mis pisadas, por la tranquilidad de tener a donde llegar después de un largo día de trabajo, pero sobre todo mi Dios del alma, gracias por amarme tanto. Te amo.



Gracias mi Dios amado por el vestido que me cubre del frío. Por ayudarme a recuperar las pocas pertenencias que me quedaban y que me lindan a mi vida pasada.



Gracias por el sueño seguro y reparador, por poder dormir tranquila sabiendo que tu estas a mi lado y que dentro de estas cuatro paredes nada malo me pasará. Gracias mi Dios amado por la seguridad.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

SEND YOUR COMMENTS