Minutos antes de la cirugía, estuve hablando con mi esposo, se veía muy angustiado, lloraba, tenia miedo, pero yo lo tranquilicé diciendo, no te preocupes yo estoy con Dios y el no permitirá que nada malo me pase y también les dará el valor para esperar por mi regreso, a ti y a todos los seres que el me dio para amar en este mundo. Quédate tranquilo por favor.
Luego de eso, me despedí porque los enfermeros vinieron por mi para entrarme a la sala de cirugía.
Vi a los doctores durante unos minutos, me saludaron y comenzaron a ponerme la anestesia. Luego de lo cual, perdí la conciencia y no me di cuenta de nada mas.
En medio de la cirugía, comencé a ver como unas alas de avión, grises claras brillantes y el firmamento blanco, hermoso, como copas de algodón.
No sentí nada durante el procedimiento, pero tengo la certeza de que Dios si, el estaba recibiendo todo el dolor en mi lugar. El estaba dentro de mis venas, recibiendo los pinchazos de aquella pequeña aguja que despegaba los alambres para sacarlos fuera y protegía mis venas para que esa aguja no las destruyera.
Dios, estaba sufriendo por mi, cuidando de mi, completamente alerta a cualquier movimiento. Dios también estaba en las manos de aquellos cirujanos que invadían mi corazón para repararlo y las guiaba por el camino correcto para que mi vida no corriera ningún peligro.
Luego de eso, me despedí porque los enfermeros vinieron por mi para entrarme a la sala de cirugía.
Vi a los doctores durante unos minutos, me saludaron y comenzaron a ponerme la anestesia. Luego de lo cual, perdí la conciencia y no me di cuenta de nada mas.
En medio de la cirugía, comencé a ver como unas alas de avión, grises claras brillantes y el firmamento blanco, hermoso, como copas de algodón.
No sentí nada durante el procedimiento, pero tengo la certeza de que Dios si, el estaba recibiendo todo el dolor en mi lugar. El estaba dentro de mis venas, recibiendo los pinchazos de aquella pequeña aguja que despegaba los alambres para sacarlos fuera y protegía mis venas para que esa aguja no las destruyera.
Dios, estaba sufriendo por mi, cuidando de mi, completamente alerta a cualquier movimiento. Dios también estaba en las manos de aquellos cirujanos que invadían mi corazón para repararlo y las guiaba por el camino correcto para que mi vida no corriera ningún peligro.
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