Dios de mi vida, hoy
abro mis brazos para recibir de tus sagradas manos esta nueva bendición. Cierro
mis ojos y abro mi corazón para disfrutar sin temores de este nuevo comienzo
que nos regalas. En tus manos encomiendo nuestro destino desde hoy y para
siempre, porque se, que estando en tus manos, nosotros estamos en las mejores
manos.
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