domingo, 14 de julio de 2019

RECIBIENDO EL MILAGRO


Melany cayo de rodillas, completamente triste y desesperada. Le rogaba a Dios por un milagro, le pedía perdón porque nunca lo había tenido en cuenta en su vida, por olvidar sus oraciones desde que era niña.

Le prometía que si le ayudaba ella seria una mejor persona, le rogaba que por favor no la dejara sola.

De repente la celda se iluminó con  una luz tenue que atravesó la pared de la celda. A medida que la pared se abría, la luz se hacia mas fuerte.

Ante los ojos incrédulos de Melany, apareció una hermosa paloma, era una paloma blanca, brillante, llena de divinidad. 

Melany cerró los ojos, agachó la cabeza, estaba avergonzada. Le agradecía a Dios a gritos, pidiendo perdón por todos sus pecados. Le decía que no merecía que la salvara ni que estuviera ahí frente a ella, pero que le agradecía inmensamente desde su corazón que se hubiera acordado de ella.

Una voz en extremo suave y hermosa le dijo que recordara que el nunca la había abandonado, que existía dentro de su corazón desde que ella nació y que solo bastaba con que ella lo llamara para venir en su auxilio.

Melany lloró de nuevo, pero esta vez su llanto no era de tristeza, era de absoluta felicidad. Incluso si ella no salia de esa celda jamas en su vida, haba tenido la mejor de las recompensas. Habia recibido el perdón de Dios y había tenido la dicha de verlo y hablar con el. Ya no necesitaba de nada mas para ser feliz.

La paloma desapareció de la misma manera que llego, pero dejo a Melany henchida de dicha, plena del amor de Dios dentro de su alma.

Melany se quedo dormida sobre el piso de su celda, con una enorme sonrisa de felicidad dibujada en su rostro.

A la mañana siguiente, los guardias vinieron de nuevo. Melany pensó que le había llegado la hora de irse a la cárcel de máxima seguridad. Pero eso ya no importaba, estaba cobijada con el amor de Dios dentro de su corazón, y ese amor le ayudaría a soportarlo todo.

Pero, para su sorpresa, los guardias la llevaron directamente a la oficina del juez, sus padres estaban allí. La policía los había llamado. Ellos pagaron por un investigador privado que encontró a Hector escondido en una isla de República dominicana. Allí lo apresaron e hicieron que confesara todo.

Melany fue puesta en libertad libre de todos los cargos y regreso a casa de sus padres, para retomar su vida y compartir con ellos el resto de su vida, GRACIAS A DIOS!

FIN

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