Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo,
Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero agradecerte inmensa mente por el
extraordinario milagro de regalarme la fe, ayudarme a vivir en esa fe y bendecirme
con la práctica de esa fe. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre
celestial.
Es muy difícil creer en las personas, casi imposible confiar, pero es fácil creer ciegamente en ti mi adorado padre celestial.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
SEND YOUR COMMENTS