Como ya todos saben, abrí esta pagina para hacerle un homenaje a Dios. Y es que quiero que el mundo sepa que Dios es el amor de mi corazón, no solo porque me ama como nadie en este mundo, sino porque solo en su amor puedo encontrar consuelo para todos mis dolores humanos.
Como les estaba diciendo ayer, el primer milagro que recibí de Dios es su inmenso amor, ese milagro no es exclusivamente para mi, sino para todos los seres vivos que habitan este universo y quizá otros universos que yo ni siquiera conozco.
El segundo gran milagro fue haber nacido y tener la oportunidad de disfrutar de las maravillas de la creación.
Y al nacer, Dios eligió para mi una familia, padre, madre, hermanos, hermanas. Eligió mi religión y el lugar especifico en el mundo donde crecería.
Luego, Dios me hizo el milagro de permitirme crecer, estando ahí, siempre para mi, cuidando de que todo saliera bien conmigo, a pesar de que mis padres no tenían la noción de como cuidar a tantos niños y de que yo nunca me percaté de su presencia.
Crecí en edad y también en pensamientos y sentimientos, desarrollando todos mis sentidos gracias al creador, y al despertar a la conciencia, comencé a darme cuenta de las cosas que pasaban a mi rededor, pero nunca me detuve a pensar ni porque, ni para que, yo estaba viva, para que yo había llegado a este mundo, y aun ahora, después de vieja, no he descubierto la razón.
Muchas cosas pasaron en mi niñez, cosas de las que ni siquiera me acuerdo, exceptuando algunos episodios aislados donde yo estaba llorando mucho porque no quería ser fotografiada, o el maltrato que me daban mis hermanos y hermanas insultándome porque era demasiado flaca. No se si fui feliz, o desdichada, lo único que sabia era que estuve algo descuidada, porque mis padres tenían muchos hijos y nos les alcanzaba el amor para re partirlo entre todos.
Durante mucho tiempo guarde dentro de mi corazón sentimientos de dolor, decepción, quizá rencor, porque no me sentía querida, al contrario era demasiado rechazada por parte de mi familia.
Me dediqué a vivir para mi, haciendo las cosas que me gustaban sin importar la opinión de los miembros de mi familia. Siempre estuve sola, a pesar de tener tantos parientes, porque no encajaba con nadie, no me la llevaba bien con ellos. Yo creía tener todas las respuestas y a ellos ni siquiera les interesaba escucharme.
Otra cosa hubiera sido de mi, si en mis años mozos de niña y adolescente, hubiera abierto mis oídos a las palabras de Dios y me hubiera dejado llevar por sus enseñanzas en lugar de por mis ideas de ser humano equivocado.
Sin embargo, y a eso es lo que yo me refiero cuando hablo de milagros, Dios, sostenía mi vida con su inmenso amor y seguía a mi lado a pesar de que yo ni siquiera le miraba.
Cuando yo tenia diez y ocho años, siendo una rebelde sin causa y alejada completamente de mi familia, porque siempre sentí su rechazo, aunque vivíamos en la misma casa ni siquiera nos comunicábamos. Ellos y yo, ninguno daba su brazo a torcer. Yo era una buena estudiante, pero lloraba por todo, ponía problema por todo. Quería llamar la atención.
Mis padres siempre se quejaban de mi, de lo cahotica que era, todo parecía estar mal en mi. Y aunque eso me dolía demasiado, yo siempre me mostré indiferente, sin darles a conocer mis verdaderos sentimientos, no quería mostrar mi debilidad.
Yan
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