Hoy es el día para decirte
gracias oh, mi adorado padre celestial, Dios de mi alma, te agradezco con el
alma y con el corazón por habernos permitido salir del desierto en el que nos encontrábamos.
En el paso por ese desierto perdimos absolutamente todo, perdimos familia,
hermanos, amigos, pero gracias a ti y solo a ti mi Diosito adorado, nunca
perdimos tu amor.
Fue ese tu inmenso amor el que
nos sostuvo siempre, ese tu inmenso amor, el que nos sacó de la oscuridad y es
ese tu inmenso amor, el que nos tiene ahora en la gloria divina de la
felicidad.
Gracias, mi adorado padre
celestial. Contigo lo tenemos todo, sin ti, no seriamos nada. Te amamos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
SEND YOUR COMMENTS