Cuando tomo un baño y el agua caliente cae sobre mi cabeza llevándose
todos los pensamientos negativos, te doy gracias, Dios mío.
Te doy inmensas gracias por haber creado el agua que limpia todo
lo que está sucio, por el agua que alimenta las plantas para hacerlas crecer,
por ese liquido maravilloso que hidrata nuestro organismo.
Mientras las gotas de agua tibia caen sobre mi cuerpo, yo te doy gracias,
señor porque estoy dejando atrás las huellas de un pasado, el sudor del
trabajo, la suciedad acumulada durante un arduo día de sol.
Cierro los ojos y disfruto de este baño relajante, porque gracias
a ti mi Diosito adorado, el agua permite que mi cuerpo descanse y me da nuevos bríos
para continuar.
Gracias Dios de mi vida por el agua cristalina y pura y gracias porque cada baño nuevo es un maravilloso milagro que viene de tus sagradas manos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
SEND YOUR COMMENTS