Mi
amadísimo Dios del cielo, gracias por estar aquí, junto a mí, todos los días de
mi vida. Gracias porque nunca me dejas sola. Gracias por procurar para mí la
paz en cada tormenta de mi existencia.
Dios
de mi corazón, gracias porque me das tu amor y tu compañía, por cuidar de mi
con tanto amor y ternura.
Gracias
Dios de mi alma, por aceptarme tal como soy y por reparar en mi vida todo lo
que está roto.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
SEND YOUR COMMENTS