ROGANDO POR UN MILAGRO

Amanda y su esposo llegaron al hospital presos del pánico. Yan todavía no despertaba. Ellos se preguntaban uno al otro como fue que eso pasó. Amanda tomaba muchas precauciones con su niña. La había dejado dentro de la bañera, como siempre, con sus juguetes. 

La niña tenia la costumbre de jugar sentada en la bañera pero tenia prohibido levantarse, precisamente para evitar accidentes. Ella sabia que cuando se cansara de jugar con el agua debía llamar a su madre para que la sacara de la tina. Siempre lo hacían de esa manera.

Sin embargo Jorge, el padre de Yan, le reclamaba a su esposa por haberla dejado sola. Se pudo haber caído, le decía en medio de un ataque de llanto. Amanda no respondía, en el fondo sabia que su esposo tenia toda la razón, nunca se perdonaría haberla dejado sola

Ambos padres ingresaron con la niña al hospital y pronto los médicos la recibieron. De inmediato la ingresaron a la sala de urgencia y les dijeron a los padres que la esperaran afuera, debían reanimarla.

Las horas pasaban lento, Amanda llamo a su amiga Hortensia para avisarle lo que había pasado y que excusara a su hija con josesito porque esa noche habían quedado en hacer fogatas y dormir en el patio.

Josesito no lo podía creer, le pidió a su madre que lo llevara al hospital, quería estar con Yan, pero su madre se negó diciendo que no dejaban entrar a niños en ese lugar.

Hortensia dejó a Josesito al cuidado de Pedro su esposo y se fue al hospital. Necesitaba acompañar a sus amigos en ese momento, ellos siempre estaban con ella en los momentos malos.

Llegó al hospital, abrazó a su amiga y los tres se sentaron en la sala de espera.

Esta historia continuará.....