Melany no podía creerlo, llevaba encerrada casi una semana en la cárcel, rodeada de mujeres que parecían peligrosas, pero que al igual que ellas también se hallaban allí por error.
Hector no se había aparecido por allá, no contestó sus llamadas cuando trató de localizarlo. Necesitaba un abogado pero no conocía a nadie. Melany estaba completamente devastada, era la primera vez en su vida que pisaba un sitio así y hasta ese momento no entendía lo que había pasado.
Quería llamar a sus padres para pedirles ayuda, pero como podría, se había olvidado de ellos desde hace mucho. Comenzó a llorar. Como había podido abandonar así a sus padres, quienes siempre le dieron lo mejor. La amaron y protegieron hasta que creció y aun ahora pagaban por su educación.
A Melany nunca le falto nada, pero lo mejor que sus padres tenían era que siempre fueron sus mejores amigos, ella nunca tuvo secretos para ellos. Como había podido cambiar tanto, hasta el punto de no volver a verlos ni a hablar con ellos.
En ese momento Melany se sentía la mujer mas miserable del mundo y también la mas triste, sola, desvalida, su esposo desaparecido y no tenia a nadie a quien llamar para que la ayudara.
Y si le había sucedido lo mismo a Hector, si en ese momento estaba preso en algún lugar esperando por ella, sin poderle hablar?
Su desesperación la hacia llorar, arrepentirse de sus actos, llenarse de pensamientos negativos por primera vez en su vida.
A la semana de estar recluida, un guardia fue a recogerla a la celda para llevarla ante las máximas autoridades, necesitaban hablar con ella.
Esta historia continuará.....
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