martes, 9 de julio de 2019

A PUNTO DE RECIBIR EL MILAGRO


Melany y Hector salieron para su viaje de luna de miel. La pareja iba muy feliz. Aunque Melany se sentía algo culpable por no haberles avisado a sus padres al menos de su boda, su felicidad lo cubría todo.

La pareja llego al aeropuerto de Miami, sonreían muy divertidos. Caminaban sin prisa, les esperaban ocho dias de idilio y romance en las hermosas playas de la florida.

Hector parecía algo inquieto, pero Melany no se daba cuenta de nada. Su amor por Hector la hacia ciega. Ella confiaba plenamente en su esposo.

Ambos recorrieron el aeropuerto, salieron al parqueadero, donde Hector le dijo a Melany que esperaran por el transporte. Había contratado una limocina que los transportaría durante toda su estadía.

Melany obedecía cada palabra de su esposo, eso era algo que le habían enseñado sus padres, el seguir y obedecer ciegamente al esposo después de casarse y a ella le encantaba esa posición de esposa entregada y abnegada. Quería hacerlo feliz y devolverle toda la felicidad que el le daba desde que llegó a su vida para cambiarla. 

Ella que siempre fue una mujer libre, que tenia muchos amigos, novios y pretendientes, ahora dedicaría toda su vida a un solo hombre y estaba dispuesta a que ese matrimonio durara para siempre.

Esperaron unos minutos hasta que la limocina apareció. LA pareja entró en el vehículo. Melany se sorprendió un poco al ver que el conductor no iba solo, que lo acompañaba un hombre mal encarado que parecía estar armado. Pero pensó que así eran esas cosas, su esposo era un empresario multimillonario. Tenia que protegerse de alguna manera. Desechó esos pensamientos de su cabeza y se dispuso a disfrutar de lo que ella, ingenuamente creía, seria un tiempo maravilloso.

Esta historia continuará.....

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