viernes, 8 de febrero de 2019

EL MILAGRO DEL CONOCIMIENTO


Después de muchos años, de recorrer caminos de piedra y roca, de sobrevivir a todos los momentos malos, gracias a los milagros de Dios, hoy me encuentro en el ocaso de mi vida.

Y es que, aunque aun no acepto la idea, después de nacer, crecer, reproducirse, llega el horrible momento de envejecer.

Y digo horrible porque considero que la vejez es uno de los peores estados del ser humano, no solo porque no te ves igual, sino porque todos los órganos de tu cuerpo se transforman, se atrofian, se dañan.

Aunque gracias a Dios, porque ese también es un enorme milagro, he podido irme acostumbrando a la idea de dejar ir para siempre mi juventud.

Antes me miraba al espejo y me gustaba lo que veía, ahora, descubro una nueva arruga cada día y me apena mucho despedirme de quien fui.

Sin embargo, le doy gracias a Dios, porque a pesar de mis arrugas, aun cuento con buena salud y aun puedo valerme por mi misma.

Gracias a Dios, hace poco, mi conciencia y mi conocimiento se han enriquecido para erradicar de mi vida la ignorancia en la que estuve sumergida durante casi toda mi vida.

Ayer estuve visitando al doctor, tuve que hacerlo porque llevaba muchos dias en cama indispuesta con un catarro que no se me ha podido curar. Por primera vez, gracias a Dios, me atendió un doctor que parecía estar interesado en curarme antes que en el dinero.

Y es que mis experiencias del pasado donde los doctores no han sido muy alentadoras, te dan una cita para una hora especifica, tienes que llegar veinte minutos antes para no perder la cita, y cuando estas en el consultorio tienes que esperar mas de media hora para que te atiendan.

Primero te mandan a una enfermera que toma tus signos vitales y los deja plasmados en tu historia en el computador. Luego, te dicen que el doctor ya viene, que hay que esperar. Y allí te quedas casi otra media hora, al cabo de la cual aparece tu doctor, o doctora que te saluda, mira el computador, te pregunta cual es el motivo de tu visita y sin darte tiempo suficiente para explicar tus dolencias te receta una formula y te dice, nos vemos en dos meses.

Tanta espera para eso?

La mayoría de los doctores trabajan sobre el reloj, deben atender muchos pacientes al día para que el dinero que ganan valga la pena. Parece que se les olvidó ese juramento hipocrático que hicieron mientras pasaban por la Universidad.

Sin embargo, como los milagros de Dios si existen, todavía quedan algunos médicos de la vieja guardia, para quienes la salud de sus pacientes esta por encima del dinero. Aquellos ángeles que siguen las enseñanzas de Dios y usan los dones que el les dio, para ayudar a aquellos que no tienen el conocimiento.

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