Eme aquí mi Dios del cielo, en una ciudad desconocida, sola, con la responsabilidad de la vida de mi gato, mi vida y la de toda mi familia. Sin amigos ni conocidos. Te suplico por favor mi Dios del cielo que, si es esa tu santísima voluntad, no me abandones, no permitas que nada malo nos pase. Te lo suplico por tu amor y te doy inmensas gracias mi amado padre.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
SEND YOUR COMMENTS